miércoles, 4 de junio de 2008

¿Por que nos oponemos al cambio?

¿Nos da miedo el futuro o la falta de seguridad social nos obliga a proteger nuestra vejes en un desenfrenado objetivo material?

No soy reaccionario, me agrada la innovación y mejor si es una iniciativa o un destello neuronal de los políticos con escuela y tradición embaucadora; tampoco me identifico con los revolucionarios rojos recalcitrantes, pues esto implica cambios violentos con argucias jurídicas y toma arbitraria de entes públicos. Soy partidario del consenso en los temas de interés general. La base: el bien común. Los acuerdos a puerta cerrada, por lo general avasallan el derecho de la mayoría a favor de unos cuantos y de esos ejemplos esta lleno el mundo.

No quiero ser pocaz al decir “que poca decencia y mucha miseria humana”. No me extrapolo en ciertas circunstancias a esta realidad; a veces me dejo arrastrar por el mercantilismo, reacciono y me asusto; en que terreno estoy pisando, que principios estoy masticando y que familia estoy forjando.

El dinero es parte fundamental en todo proceso económico y eso no esta en discusión. No se puede prescindir de el. Se le puede cambiar la forma, más siempre tendrá valor nominal y absoluto. La moneda facilito las transacciones comerciales entre los pueblos, pero también las corrompió. Hemos entrado de lleno a la economía de los papeles y del dinero plástico. El billete y sus fracciones están en cuarentena; las reservas monetarias estatales dejaron hace mucho rato de ser reales. Las grandes potencias trabajan en base a una supuesta confianza de una supuesta “sólida y solvente economía”. El oro, otrora respaldo en físico de la moneda hace mucho rato que desapareció de la reserva de países desarrollados. Se fabrica “dinero duro” de acuerdo a la necesidad económica mundial. Nadie sabe cuantos miles de millones de dólares se encuentran actualmente en el mercado global y nadie puede garantizar que esta fuerza económica que es el dólar tenga un verdadero respaldo en bienes de capital o garantías reales. Pongamos el siguiente ejemplo: Si el gobierno norteamericano solicita ciento ochenta mil millones de dólares para un proyecto X y el congreso de los EEUU lo autoriza si cree conveniente para los intereses americanos ¿cual es el respaldo real de estas millonarias sumas? si los presupuestos reales en base a tributación y otros hace años que vienen desfinanciados. Esto es el capitalismo en su máxima expresión, el dinero por sobre el hombre ¿No será que entre las enfermedades adictivas debe agregarse una más: la adicción al dinero? ¿No se tratará de una patología aun no diagnosticada o que la hemos hecho a menos? Pues si hay adicción al juego entre otras, o existen los compradores compulsivos y estas enfermedades están mediadas por sustancias químicas llamadas endorfinas, no será que la adicción al dinero es algo irresistible que el mercado nos ha contagiado, victimas del mercantilismo y muy difícil salir sin terapia psicológica; vayamos a saber; dejémoslo por el momento como una teoría. Pero si es una adicción acaparar grandes sumas de dinero, el mundo esta en terapia hace rato.
Posteriormente expondré otro ejemplo donde las sociedades llamadas “capitalistas” han apostado por el cambio y le dan un toque por demás socialista a sus sistemas mercantilistas y en mas de un aspecto lo hacen envidiable para el sub desarrollo. Lo sustentaré y me referiré profunda y particularmente a ello.

A esa corriente opuesta al cambio hacia el beneficio común y que le tiene miedo a la simetría, le asusta la disputa en igualdad de condiciones y por ende transita en la exuberancia estéril; “no le tengas miedo a la competencia, asústate de tu propia incompetencia”. A lo anterior, hay que agregarle algo más; que falta de dignidad en nuestros actos cuando aceptamos el reconocimiento público de ser plenamente emprendedores; si miramos a nuestras espaldas hemos dejado hogares, hombres, mujeres que nos han dado todo para nuestro éxito y jamás figuran en nada; no son más que un número en nuestra contabilidad y parte de una barra o campo más amplio en nuestra estadística de éxito. En que libro de las magistrales anécdotas y en nuestras sabias exposiciones o conferencias están los complementos de nuestro éxito. La mano de obra solo cuenta para demostrar que mientras menos se la premia mayores son los réditos económicos que obtenemos, por lo que las grandes empresas, monopolios mundiales, se asientan en los lugares mas estratégicos comercialmente para sus intereses, sectores donde la mano de obra llega a la vergüenza humana, lugares de Asia, África y América del Sur en donde se paga desde 3 dólares por mes de trabajo y el ingreso promedio por trabajador no supera los ciento sesenta dólares mensuales; no es error, digo desde tres dólares mensuales.

Y hay muchos súper seres que creen que no deben ser tocados, supervisados o auditados, por que con inversión están creando riqueza y están dando fuentes de trabajo. La empresa privada es y debe ser parte sustancial del Socialismo Moderno; bien diseñada, tributadora y con sistemas de crecimiento vertical y horizontal, -donde este robustecido el patrimonio económico empresarial y claras medidas de protección social y desarrollo humano de su personal, con apego a la ley establecida- no tiene por que, ni debe preocuparle la intervención estatal como un mecanismo de control.

No nos confundamos, es más fácil oponerse al cambio y evadir obligaciones, que crear ideas innovadoras que permitan obtener ganancias enmarcadas en la ley. La rentabilidad debe ser sincerada, debe ser real y justa; se debe ser consecuente con quien me ayuda a generar riqueza.

La mano de obra calificada y no calificada junto a la industria y la tecnología, es la maquinaria que esta movida por el combustible billetes de grandes denominaciones; estas economías con dinero a la vista y otras tantas respaldadas con bonos -que se negocian el la bolsa-, son las que establecen los niveles: los sin empresa, la micro empresa, hasta los mono y oligopolios; economías de papel como yo las llamo, -que generan desigualdad notoria y una sociedad de clases en cuyos niveles mas bajos se encuentran desprotegidos niños, madres, ancianos y personas especiales- deben ser sensibles al cambio; este cambio debe ser participativo, voluntario y no impositivo. No se puede seguir conviviendo con la ignominia y tamaño despropósito, no se puede continuar en la desesperanza y con una tenue auto estima, que esperan la inspiración de mentes lúcidas para sacarnos del confinamiento sometido por el autoritarismo implícito y disfrazado del poder económico, filosofía ortodoxa sin sustento, que guarda verdadera y grandes distancias con el moderno socialismo que debemos practicar, que se quedo en la retórica, que no es del Siglo XXI, ni del año cinco mil, que es la cara tétrica del Apocalipsis.

Es el socialismo moderno, el que se construye diariamente en las sociedades desarrolladas culturalmente el que hay que emular es el de las sociedades donde se ha erradicado el analfabetismo, y donde el conocimiento de los deberes y derechos consagrados en una carta política, se aprenden desde la escuela, se los practica diariamente desde la infancia, se afirman durante la juventud y se ponen en práctica en la adultez.

En la encíclica Rerum Novarum de 1891 del Papa León XIII durante la renaciente revolución industrial exige a los estados la obligación de proteger a los débiles «(...) Si el obrero presta a otros sus fuerzas a su industria, las presta con el fin de alcanzar lo necesario para vivir y sustentarse y por todo esto con el trabajo que de su parte pone, adquiere el derecho verdadero y perfecto, no solo para exigir un salario, sino para hacer de este el uso que quisiere (...)».

“El socialismo -afirmaba Rosa Luxemburgo- no puede ser realizado por decretos ni es un cambio de gobierno llevado a cabo por una minoría, sino una trasformación radical de la antigua sociedad, en todos los planos, por la acción autónoma de las masas….."Si la vida pública de los estados de libertad limitada es tan mediocre, tan miserable, tan esquemática, tan infecunda, es justamente porque, excluida la democracia, se obstruye la fuente viva de toda riqueza y de todo progreso intelectual." ”Rosa Luxemburgo debe ser fuente de inspiración de la otra campaña y de todo movimiento anticapitalista y por el socialismo.”